Los padres se llevan una sorpresa inesperada al nacer
This article appeared in www.cleverclassic.com and has been published here with permission.Aaron creció en Honduras
Aaron no era ajeno a la diversidad. Destacaba mucho como niño misionero evangélico en Honduras debido a su aspecto rubio y de ojos azules. Sin embargo, crecer en ese entorno le enseñó que la gente puede parecer diferente, pero en el fondo todos somos iguales.
A menudo hace falta crecer en un barrio o ciudad diversa para abrir la mente y reconocer que no todos somos tan diferentes como nos hacen creer.
La educación de Raquel fue diferente
Rachel, en cambio, tuvo una educación muy diferente. Creció en el delta del Mississippi, donde a veces la gente es muy cerrada con los que no se parecen a ellos.
Unos cuantos viajes a Haití cambiaron la perspectiva de Rachel, que conoció a ciudadanos maravillosos y vio por primera vez los prejuicios raciales con los que se había criado. Poco podía imaginar que aquello cambiaría su vida para siempre.
Compartían la misma misión
En 2004, Rachel y Aaron se conocieron en una cita a ciegas y enseguida supieron lo acertada que era su relación. Ambos sentían que eran personas con los pies en la tierra y compartían muchos objetivos similares.
Un gran objetivo para ellos, debido a la forma en que fueron criados, era seguir utilizando el evangelio para cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mejor. Esto no les resultó muy difícil gracias a la formación de Aaron.
Cuando los sueños se unen
Su relación acabó dando un giro hacia el romance, ya que Rachel siempre sintió que Aaron era el elegido. Una cosa que ayudó fue que ambos tenían clara una cosa: querían adoptar.
Sabemos lo que estás pensando: ¡adoptar un montón de cachorros suena a paraíso! Pero no, lo que ambos tenían en mente eran niños. Realmente querían formar una familia, y la adopción era muy importante para ambos.
Por muy diverso que se haya vuelto el mundo, todavía hay algunas familias que sorprenden a quienes las rodean por su aspecto. La vida de Rachel y Aaron Halbert dio un giro inesperado cuando Rachel dio a luz. La historia de Rachel y Aaron demuestra que, aunque puede ser difícil, también merece la pena, sobre todo con una historia tan extraordinaria como la suya